lunes, 17 de junio de 2013

Mi primera Vuelta a Colombia en Bicicleta


Ya se van a cumplir 2 años desde que utilizo la bicicleta como medio de transporte en la difícil Bogotá. A partir de allí me ha interesado el ciclismo urbano como movimiento, me he vinculado con algunos colectivos de los muchos que hay en la ciudad, además de eso hace menos de un año he empezado a seguir lo que muchos denominan “el deporte más duro del mundo” es decir: el ciclismo de ruta.

Ciclismo artìstico 

Aunque no es la única forma de ciclismo como deporte, incluso existe el ciclismo artístico y muchas otras derivaciones, es el que me ha llamado la atención. No se si es porque convoca una gran cantidad de ciclistas y aficionados en las carreteras de todo el mundo, por los reconocimientos de Colombia en el viejo continente o por el desmesurado esfuerzo que realizan los corredores, que algunas veces caen de la bicicleta tan pronto cruzan la línea de meta, pero tiene algo especial que me ha hecho fanático.

Mi primer acercamiento con el deporte fue a los 22 años con el mítico Tour de France en su versión del 2012, seguí la mayoría de etapas tratando de entender cada vez más el desarrollo de las carreras, ver ganar a Wiggins del Team SKY fue interesante pero nada ha sido tan apasionante como la batalla por el maillot rojo de la Vuelta a España del mismo año, aunque los tres candidatos eran españoles y apenas los reconocía, Valverde, Purito y Contador hicieron de la carrera una muy reñida, se vieron espectaculares ataques y respuestas en los grandes puertos de montaña y desde ese momento quedé enganchado con el deporte.

Valverde, Purito y Contador en la Vuelta a España 2013
Han habido otros momentos muy gratificantes, como la medalla olímpica de Rigoberto Urán, ver correr a la selección Colombia de ciclismo en los mundiales de Limburg 2012 (a diferencia del fútbol la selección si va al mundial y le va bien), ver los primeros, segundos y terceros puestos en clásicas (carreras de un día) y vueltas de una semana de corredores como Janier Acevedo, Nairo Quintana, Sergio Henao y Carlos Betancurt, pero nunca había estado tan cerca del deporte como lo estuve éste pasado domingo, cuando la octava etapa de la Vuelta a Colombia llegó a Bogotá, luego de rodar 213km desde Ibagué.

Nairo Quintana ganando etapa en la Volta a Catalunya 2013
La llegada fue al lado del parque Simón Bolívar, el pelotón entraba por la calle 13, pasaba a la AV. 68 y finalmente la calle 63, los últimos kilómetros después del alto de Mondoñedo eran planos y me ilusione por ver un sprint final de esos que ganan hombres como Mark Cavendish o Peter Sagan, en vez de eso la etapa se la llevó Rafael Infantino en una llegada en solitario, unos minutos más tarde pasó un grupo de siete corredores y luego vi el pelotón, después de eso y de gritar casi sin sentido, terminó todo y sentí un vació en el alma.


Llegada en solitario de Rafael Infantino, desenfocada por la emoción Alta resolución en Flikr

“¿Eso es todo?” “¿no deberían ser más?” “¿y ahora… me voy?” fueron las preguntas que atravesaron mi cabeza, me sentía decepcionado porque todo pasó muy rápido y tenía otras expectativas. Me quedé otro rato dando vueltas en mi bici cerca de la línea de meta y recordé que mucho tiempo antes que Infantino pasará a toda velocidad un señor de chaqueta desteñida y una semicarreras antigua y hecha pedazos fue el primero en cruzar la recta final, tan pronto el señor se paró en sus pedales la muchedumbre se alzó en un solo grito de apoyo y varios bachilleres de la policía salieron corriendo a interceptarlo, fue tan rápido que sólo logré un mal encuadre.


Señor que calentó al público Alta resolución en Flickr

A partir de eso me acordé de las personas con las que compartí la llegada de la carrera, un señor en sudadera con una DSLR Nikon que se acercó a hablarme como si me conociera, que si salía a montar bici, que cómo me había salido la cámara que llevaba, que si podía montar y tomar fotos al mismo tiempo, a esto último tan sólo me reí y nos absorbió el ruido del helicóptero que sigue al líder de la carrera, tan pronto vimos a Infantino otro par de señores, los cuales al radio le decían “transistor” y quienes me habían narrado los últimos 30kms de la etapa, gritaron al unísono y con mucha emoción “DURO! DURO! DURO!….” .

Señor del "transistor" indicando"ya viene"

DSLR en sudadera y fanáticos al fondo Alta resolución en Flickr

Esas personas son las que alimentan el deporte, sin duda la pasión que genera el ciclismo la cargan en sus hombros los fanáticos, lo que más disfrute y me animó el espíritu nuevamente fue ver y conocer gente que comparte amor por el deporte.

Tan pronto pasaron algunos ciclistas relegados, llamaron a podio a los ganadores del día y abrió la ceremonia una vieja gloria, Martín Emilio “Cochise” Rodríguez, entro riendo y haciendo bromas a los presentes, dio gracias al gobierno por organizar la carrera y al final dijo “qué viva Bogotá! Qué viva Cundinamarca! Y que viva El Cochise!” se río y se fue.

Corredores equipo Nacional de Ecuador Alta en Flickr

Carro del equipo Amore & Vita de Ucrania Alta resolución en Flickr
Entregaron las camisetas a los ganadores y el público se fue dispersando, avancé por la calle 63 y me di cuenta que los buses y carros de los equipos estaban allí parqueados, a los corredores recién bajados de la bicicleta les hacían masajes en el prado y las maquinas a pedal brillaban como en exhibición en los techos de los carros, me impresionó el acceso que el público tiene a los deportistas y al staff en general.

Staff Amore & Vita de Ucrania Alta en Flickr
Bicicleta que más me impresionó marca Argon 18 grupo Shimano Alta en Flickr
Vi como los hombres que se veían fuertes hace una hora ahora estaban tumbados en las partes traseras de las minivans, a personas del staff de los equipos interactuando con gente del común, se reían, hablaban con la prensa y hasta coqueteaban, una muchacha llamada Andrea estaba más que cerca de los directores del equipo ucraniano Amore & Vita.

Santiago Botero dando una entrevista Alta en Flickr
Alcance a ver al gran Santiago Botero dando una pequeña entrevista, cómo el entrenador Luis Fernando Saldarriaga se reía con otros del equipo 4-72 Colombia y la bicicleta marca Bianchi perteneciente al corredor Juan Chamorro, joven promesa del ciclismo colombiano, descansaba en la tarde capitalina.

Luis Fernando Sandarriaga Entrenador 4-72 Colombia
Bicicleta Bianchi de Juan Chamorro Alta en Flikr

Disfrute mucho la experiencia, los aficionados, el contacto cercano con los deportistas, de recuerdo me regalaron una caramañola del equipo Supergiros del Valle del Cauca; y sin duda me esforzaré por tener contacto directo con otras etapas, vueltas, clásicas o lo que sea que involucre ciclismo. Dejo algunas fotos más y el enlace a mi galería de Flickr para que puedan verlas todas.







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